martes, 4 de enero de 2011

Dieciséis meses en seiscientas palabras



1

En este momento me tomás una foto. Veo el obturador cerrarse y hablás, pero los audífonos no me dejan oírte. Por algo son nuevos y por algo los compré. Para no oír a nadie.

Acercás la cámara, cerrás un ojo. A veces creo que nunca más oiré a nadie.


2

Cerca, mi hermana duerme en su cama y vos y yo acabamos de hacer el amor. En una ducha, de pie, con los ojos cerrados y con los ojos abiertos. Las cosas tienen razón para estar desacomodadas.

Luego le tomaste una foto a la constelación de lunares en mi brazo, decís que forman un venado. A veces solo vos decís las cosas.


3

Tengo miedo y hace calor. Se nos acaban las horas y los días corren todavía más rápido. Guardaste la cámara, prendiste el tele.

A lo lejos ruge el mar, como pidiendo un poco de atención. Pero no, mar, lo siento, para vos no estoy, sólo para ella.


4

Me acerco, justo cuando vas a tomar la foto y te mordés los labios. El viento corre por nuestro techo, intenta entrar por debajo de la cama y a veces hasta toca la puerta. Pero nosotros no abrimos, tomamos fotos. Nada más.


5

Si mañana vamos a la playa pasaremos todo el día viéndonos las puntas de los dedos pasar por cada parte del cuerpo, por las blandas, las duras.

Necesitaríamos que el sol hiciera silencio y que el mar se apartara para que nuestras cabezas se despegaran.


6

Te toco con la mano llena de arena, sepultada de pedacitos que pronto dejaré caer del cielo. Bostezás, porque anoche las pesadillas no me dejaron dormir.


7

Es temprano, pero a la vez queda poco tiempo, como si fuera tarde.

Hoy no se podrá cenar. Ya la ropa está mojada. Las cervezas escasean. Las palabras adecuadas se acabaron en la primer oración.


8

Las palmeras que se reflejan en tus lentes me han vuelto a despertar. Me das dos cervezas para que compartamos y abrimos nuevamente el libro aquel.

Alguna vez te dije que quedaba mucho tiempo y no te mentí. Alguna vez te dije que nunca te dejaría sola.


9

Esparcimos huellas por toda la playa, organizamos la evidencia líquida que nos sentenciará como culpables bajo el mar.

Toda esa arena fue cómplice. El sol cerró su carnoso ojo.


10

Todo está iluminado en esta playa. Todo nos señala, como si fuéramos las partes inexistentes de un enorme reloj solar.

Bajo el mar flotan los demás y ya se han comenzado a congelar.


11

Te toco el cuerpo cuando estás ondeando, entera, azul y umbilical.

Te digo que ya hay que irse. Que el viento afecta al mar. Que la fecha acompaña al malintencionado cielo de la playa despejada.

El mar suena adelante. El mar suena atrás.


12

Pronto celebraremos el año nuevo. Habrá fuegos artificiales, luces moradas por todas partes. Nos prometeremos cosas imposibles. Pero nos prometeremos cosas.


13

Cenamos y ya el tiempo se fue. En bus, ahogado, dejándonos al margen.

Muy cerca suena September 15 of 1983 de The Mountain Goats.

Me permito olvidar el silencio en las últimas horas.


14

El maletín ya está cargado de los nuevos lunares,
de las fotos que guardaré y borraré.
De la certeza de haber estado aquí y poderme ir.


15

Viajamos de vuelta y paramos a comer. Alguien corta la pizza y me pasa un pedazo. Las aceitunas son verdes y no te veré en 300 días. O algo así.


16

El sol está muy callado. El mar se comienza a apartar.