Si en este momento me pidieran que explicara lo que ha pasado recientemente, me sentiría atrapado por esa falaz gravedad.
En aquella época, un marzo de nueva década donde sólo calor hacía y las gentes andaban preocupadas por unos pares de años más, descubrí que a San José le desaceleraron la historia. Se nos entregó una gran lista con lo irrealizable en este país y lo deshicimos todo. Comenzamos a cruzar calles a mitad de la cuadra, dejamos de subir a los puentes peatonales. Volvimos a contar leyendas, mandamos a la mierda a las máquinas del hombre.
Porque intentamos crear algo que sea palpable, que lleve de boca en boca la historia de un camino. De un gran hogar donde quepan autoexiliados y mendigos. Queremos una ciudad con una anatomía imperfecta, soez, insolente, que deje de ser obsoleta.
Pero más que esto, les pedimos a los enfermos, a los feos, a los grandes, a los pequeños, a los flacos, a todos los que decidimos generar una mutación útil, que ayuden a convertir a San José en una piel desnuda que no le teme al clima y que no piensa en jeringas y miligramos.
1 comentario:
Mae Juan Jo esta pichudisima hasta que a uno le llega al corazon.
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