domingo, 31 de mayo de 2009

Te estoy escribiendo

Cuando uno espera mucho que las gotas caigan, siempre caen. Y esa fricción de cuerpos que no se encuentran, no aplica para nosotros.

Yo sé que no es tan fácil tocarte, con un dedo siquiera. Que cuando estamos juntos debemos hacer otras cosas, hacer sombras con la luz de la luna, beber de la risa. Y es que a mí me daba miedo que nada estuviera pasando, que la arena tuviera que seguir esperando.

Estas miradas ya no se desconocen, ya tuvieron cien años tibios, algún pueblo pretendido, cosas extintas. Este clima es sano, como si fuera de antaño. Nada hay al margen. Te estoy escribiendo.

lunes, 18 de mayo de 2009

sobrevivo nada me toma.

Todo esto es como una carta de amor, sin sentido, irracional, pero totalmente visceral. Es algo que atraviesa un laberinto, pero no sabe para qué. Asomarse por la rendija, ver que pasa luz. Saberla junto a mí, sentada. No entender qué hace ahí.

Tomar todo lo que no me pertenece, construirlo, dárselo a ella. Que ella lo bese, que bese eso que no es mi mundo pero igual es parte de mí, sólo por el simple hecho de no ser ello.

Y que sumemos todas las distancias, que las saltemos.

Porque todos los segundos espero que abra aun más los ojos, que deje de ver hacia el frente, que un momento vea al lado. Que me vea. Que entienda todas las palabras que rebotan en mi lengua, que se tropiezan. Que yo no tenga que imaginarme nada.

Esta neblina que se corre, basta para los dos.

viernes, 15 de mayo de 2009

De lo que es morirse

A Mario Benedetti, que su obra lo hace un ser inmortal.


Que los órganos se vayan rindiendo uno a uno. Que el tacto sea otro sentido encogido, que ya no sepa nada. Que en ese momento sea feliz. Que se esté contando una historia y que haya un mar cerca. Que el resuello todavía sea una habilidad. Que todo lo que fue locura tenga sentido, porque estoy muriendo y no hay nada más loco que eso, que me muera sólo porque sí. Poder acordarme todavía de pequeñas cosas, que nada que importa exista. Que saberse aquí deje de ser una prisión. Que el sexo se calle. Que nadie hable. Que todos escuchen. Que ya no importe terminar un libro. Entender las fotos que uno no ve desde hace años. Poseer esos sentimientos una última vez. Que las llaves no tengan que ir con uno. Desprenderse. Salir o entrar más profundo. Morirse y que algo se arregle. Morirse y que todo y nada haya sido en vano. Morirse y que usted llene lo que haga falta aquí.

Mario Benedetti, esencia errante en cada uno de nosotros.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Lo que se puede dar a conocer

¿Cómo es la vida? No sé, he sido feliz. A veces me prolongo, sin sentido. Tiemblo, reboto dentro de mi misma piel. Se me encoge el alma, luego la exhalo en un suspiro.

Mientras que vos, ala magnífica, alba que revienta, ansiado éxtasis.

¿Cómo es la vida? Hoy, espero a que todo cambie, que la vida sea una fuga. Una marca de tiza. Cerrar un blog, pasar a otro.

Sírvame una canción distinta, por favor. Una que tenga labios, que su mar sea un cuerpo.

Hoy, no todos somos iguales.

lunes, 11 de mayo de 2009

Me presento. Una vez sangré por la rodilla izquierda

Una vez sangré por la rodilla izquierda, era de noche.

Mi nombre tiene 8 letras y me gusta porque suena a que va a decir algo. A veces dudo y a veces me siento solo. No he sido valiente, pero le prometo que algún día lo voy a ser.

Me gusta el sabor mentolado del final de cada clase con usted (son pocas pero todas cuentan). Constantemente se me olvidan los días importantes, las distancias y los espacios que son mayores a nosotros.

Yo también sangro rojo. A veces me pasa que perdono fácilmente, que me enojo aún más fácilmente. Escucho atento, hablo hasta cansar, me canso si no hablo. Leo para perderme y luego encontrarme justo antes de parar.

Me presento. He llorado por un conejo, por 2 perros, por los 6 billones de personas que me rodean.

Esto de aquí, no se puede inventar.

viernes, 8 de mayo de 2009

Como si una carrera bastara

Yo me pregunto si la voy a conocer algún día.

Yo agradezco su curiosa forma de obviar todo lo que a mí me interesa. Que su tilde es envidiable. Y que su materia es más que un espejo, aunque usted así no lo comprenda. Yo sé que estoy en otro de los juegos de la ilusión, pero eso no podría importar menos. Hoy tengo un terrible deseo de conocerla. Y será cuestión de ver si usted me perdonará todo esto algún día, porque me estoy apropiando de su imagen, de su gusto, de su fragancia. Aunque todos estos sean falsos disimulos para aplacar el insaciable tiempo que me espera... Lo que verdaderamente me asusta es que todo esto sea una teoría y usted no sepa qué hacer con ella.

Tenemos 4 años. No tenemos tiempo.

martes, 5 de mayo de 2009

Sabiduría

Tendría nombre

Durante toda la vida hay cosas de las que prescindimos, recuerdos, voces, ausencias. De esto ya no se puede prescindir, si perdiéramos todo, ella todavía aparecería, por eso ella se ha vuelto imprescindible.

Tendría nombre porque yo se lo daría y le crearía una realidad aquí cerquita. Pero hay cosas que sólo se nombran para dormir y que uno puede pintarles una cara, llenarlas de aromas, pero igual, desaparecen sólo por el hecho de nombrarse. Si yo pudiera esconderle el nombre, para que nadie más nunca pudiera nombrarla.
Sí, en eso termina, porque no todos conocemos el valor de un nombre ni las razones por las cuales guardarlo, porque no es de todos el placer de recordar sus letras, de trazarlas con diferente tipografía, de pintarle frases antes o después, de escucharlo sin que nadie lo pronuncie. Porque todos podemos olvidar cualquier cosa, pero si recordamos una palabra, es porque.

No advertimos el poder destructivo de la lengua contra los dientes, del choque de cuerdas bucales ni de lo exasperante de los gemidos. Porque precisar un nombre no es poseerlo, es todo lo opuesto, es alejarlo, es contaminarlo de nimiedades léxicas que simplemente no son suficientes para representar eso que usted significa para mí.

Porque no de todos es posible entender porqué me estremezco cuando oigo el nombre, ni posible aceptar que yo la llame a usted por otro nombre. Ni es de todos correcto que yo la pueda ver sin abrir los ojos ni que yo sea su amigo sin que usted sea la mía.