Resoplido, jadeo y genitales, como con el pecho lleno de ramitas y puntitas. Que se acumulen, mis raíces emboscadas.
Porque un añito más, un añito menos, no cambia nada, seguimos llamándonos volúmenes o estaturas. Seguimos viéndonos las tetas, cortándonos el pelo, no entendiendo por qué las reglas tienen extremos.
Y que la única palabra certera que puedo decir. Paranoia.
Y que a todos nos tocará un día. Irnos.
1 comentario:
Por eso hay que hacer algo, sino que pereza
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