En primera instancia defino que esto no es un ataque a mi sociedad (nuestra), a particulares fantoches, ni a nadie que practique la esgrima en las relaciones. Este es un recuento de mis muy personales y a veces preocupantes reincidencias, repeticiones, re-res. No hablaremos del muy benigno fetiche de la copa doble de café con chocolate, muchas gracias. Serán esos aspectos particulares que pueden llegar a perturbar el sueño (extraordinariamente ligero en estos días).
Hablaremos del deseo de manifestarme en situaciones incomprensibles, habitadas por quistes (de los que no se remueven), de entrar en mareas, de repeticiones. Esa búsqueda, presión, necedad de mi parte, por inventarme estructuras. I know, I’m pushing it. Y ellas no son malasmujeres, son constelaciones aparte, edificaciones inconexas a mis realidades inmediatas. Porque yo soy una realidad inmediata que no llega a manifestarse o se manifiesta a medias.
¿Estas recaídas fundamentan un deseo de concretar? ¿De re(in)sistir? Yes we can?
Masturbación mental y voces mal dichas, las pruebas que no están. Dudan de mi honestidad, piden revisar la cuenta con el dueño del restaurante.
Y estas palabras se parecen entre sí, le gritan al sexo, se desprenden de astillas, pesos, del ardor de cada aplauso, de cada cosa bien hecha.
No sé si ser menos idealista, si creyendo menos ayude en algo, si salvará vidas. Sé que los misterios no deben siempre resolverse, no es necesario para saber que no todos somos desconocidos.
La masturbación mental
Procrea
Voces mal dichas.
Creamos
En la posibilidad
Que se creyó pequeña
Mi boda
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Soñé que de repente estaba en una boda dentro de una iglesia pequeña y de
color verde agua en un lugar desconocido de alguna zona rural; poco después
me di...
Hace 7 años